jueves, 8 de octubre de 2009

SIETE AÑOS, AMADA


La cerveza de la víspera
señaló el clamor de tu ausencia;
vacía en su  sombra vigilante,
sin  sueños acalorados en sus esquinas,
la calle treinta y cinco,
petrificó inmisericorde
el amado son de tu regalo:
un trago de alma,
tu copa y tus besos.

Estalló la corazonada:
La hierba, los nadies, los lapsus,
toda tú,
corazón,
te habías disipado
en la niebla nocturna
que a mis huesos suplantaba.

El miedo informó a la noche,
la noche desangró al sufrimiento,
el sufrimiento quebró las trovas,
las trovas negociaron el exilio
del tiempo envenenado...

Cuando volviste,
con tus sueños estrujados
viste la derrota en mis cigarros,
yo hice de mi cielo tu retrato,
y me inhumé en el terror del país
que habitamos.

Yo me fui con mis harapos
a morir con mis muertos levantados,
a  ser calle,
a ser mago,
a ver desgarrar el espíritu del  río Catatumbo
en las fauces del demonio,
del tirano.

Cuando a volver volviste,
se acercaban siete años del marasmo,
del  café y su veneno
el que bebimos
sin malicia,
sin reparo.

 La calle 37 fue testigo,
se  agrietó el cemento de mis manos,
y tú ,
desplegando un canto, un cuento
sin tiempo,
como el alma,
me hiciste saber
que los ángeles no se habían suicidado;
tan sólo estaban en sus talleres
en su afán de culminar nuestro encargo:
Ahora tienes alas nuevas
y yo soy león  que hambriento devora al pasado...


León Plata
Celebrando siete veces el  siete en mi cigarro.

22 comentarios:

Mai Puvin dijo...

Tiene sabor a dolor encadenándose en cada paso y vivencia.

Es movilizante. Excelente!

Un Colibrí Viajero dijo...

Sin prisas gana la calle, esta tarde mustia fumando el silencio de tu ausencia, mientras camino, hablo con tu espaciode mi costado huérfano de tu brazo.
El viento me trae tu voz, tu acento
la fragancia a otoños; juntos,
me recuerda aromas de ti, sentires en ti, y como dejo volar las alas de mis ojos buscando saciar mis anhelos, y mi hambre se vuelve añejo.

Leon, lo resumo en estas lineas, “me dejas suspirando”
un cálido abrazo hermanado a un beso que te lleguen
esta noche, siempre.

Tatiana Abdallah Camacho. dijo...

Siete años
siete de octubre
siete en tu cigarrillo
los temores se van perdiendo
en el recuerdo
de tus palabras
de tus manos
de las cervezas
de las canciones.

Es muy hermoso lo que escribiste, nada de lo que ahora somos habrìa sido posible sin estos años, sin estos siete años, sin estos doce años, sin estas calles, sin esas calles.

Un abrazo enorme y una cerveza en el parque de los niños, para celebrar el encuentro, para festejar la vida.

Sublime

Anónimo dijo...

Discúlpeme por llegar así, sin aviso, sin permiso, y hacer de su casa la mía, tomar un café, fumar algunos cigarros, desordenar un poco, arreglar rápidamente para que no se note... disfruté enormemente, y siento que algo mío se queda en sus letras, o quizá que algo de sus letras ahora me pertenece... encantadoramente dolorosa y pasional su obra.

Un saludo, Liz

Mónica dijo...

Dale... seamos amigos. Voy a preparar café y vuelvo...

Nostalgia en tus palabras. Aquí me quedaré leyéndote...

Un placer

Hasta pronto

Sofía Rodríguez García dijo...

Oh vaya Leo..
bello .. falta el brandy..
salud!

Anónimo dijo...

He leído tu comentario en mi blog sobre El día de los héroes y con tu permiso te lo voy a dedicar.

Liliana G. dijo...

El pasado que vuelve en la incosciencia del dolor vertido, en la ceguera de las nostalgias que el tiempo no puede enterrar y que el corazón clama desde su herida abierta... así se hace verso y clamor, así se vuelve a transformar en magia...

¡¡Bellísimo!!

La imágenes perfectas que tus versos me regalan, se hacen dulce en mi piel y en mi alma.

Un besazo, León.

Unknown dijo...

la letalidad de las costumbres que desde siempre arrastro en mis sentidos como un harapo de vida, me lleva inmediatamente a los sumergidos suburbios de la perdida de la subjetividad y la fluoxetina expuesta clarividente en algunos de tus blog,
hoy sin tiempo recorro en mi café y cigarrillos los años del recuerdo recorrido en subibaja por el animo de amar y mas sujeto que nunca te cuento que ha sido un placer el encontrarme dentro de tu casa,
los psicofármacos y el mercado de consumo,
el hambre y la exploración intergaláctica,
y nosotros fumando con un café humeante tratando de corrernos de la marejada incontenible que te expulsa, para uniformar la estupidez,
un abrazo

KUBAN dijo...

Y tú me llamas a mí poeta? Gracias por ser tu el POETA. Un abrazo.

Santiago Redondo Vega dijo...

La mirada escrita en el tiempo, la sensación de estar y de haber sido, la noche que amanece cada noche y el recuerdo presente. Un cafe y un cigarro en el ansia promiscua del retorno.

El amor sólo es ansia de imposibles.

Un saludo León.

Edu dijo...

Como suena en el corazon, un poema desgarrado?, debe de hacerlo como este cumulo de versos, que trenzastes con pizcas de sentimientos, olvidos, deseos y recuerdos. Amar es morir todos los momentos, para vivir en los siguientes. Solo ama, quien comprende las almas ajenas y las sabe interpretar en un pluma.
Por eso amigo del eterno cigarro, amar acompaña a tus palabras.
Un Abrazo

Jacque dijo...

Obrigada por me seguir. Apareça.

Beijo.

Jacque

thoti dijo...

.. vamos tomando ese café.. y charlando entre palabras.. entre ángeles que regresan y humos del presente y del pasado..
.. se hace muy agradable saborear la vida que nos cuentan tus historias..

.. un abrazo, León..

patxi pérez dijo...

Hola león,de lo mejor que he leído ultimamente en la blogosfera....con tu permiso seguiré tus pasos.
Saludos amigo....cuidate.

Anónimo dijo...

Bellisimo poema de esperas, reencuentros y segundas oportunidades...de vida que vuelve a empezar, de lluvia tras la sequía.

Un placer pasear por tus versos.
Un abrazo.

Juan Carlos dijo...

Bebí un buen sorbo de tu café sentimental, y me gustó.

Saludos

Juan Carlos.

Jacque dijo...

Apareça.

Beijo.

Jacque

Unknown dijo...

Deixei um mimo para você no meu blog.

Unknown dijo...

Deixei um mimo para você no meu blog.

Carvajal Art dijo...

que impresionante, he quedado perplejo, todo lo que tenga que ver con Tatiana Abdallah, me deja igual. Hay personas cara dura pero esto supera todos los limites.

Céu dijo...

Me gusta el número 7, debe ser porque conocí a mi amor el 7/9 hace ya 12 años.
León, preciosa música tienen estos versos que cuentan tantas cosas de una vida sensible, llena de puchos sin apagar, recuerdos que uno guarda en ceniceros alados, que insisten en volver una y otra vez.
Seguiré buceando en tu Blog, con tu permiso,
C.

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