Foto: León Plata
Supuse que dormir sería el remedio,
navegar en los sueños
tratando de pescar señales,
de mi cielo interno,
o acaso
una nota tardía en el refrigerador,
al menos un conato de diatriba,
sensores del averno
tildando la media noche
con su helado desvarío.
Mas sólo habló un retrato familiar
con los vivos
con los muertos
sembrando en miradas compasivas
obtusas pistas de mi búsqueda
al fragor de un dulce desencuentro.
Versando un gusano- pajarito
en el laberinto bombardeado,
enajenando un cuento
por un par de bolsas
infladas con vientos del este,
así fue el hallazgo
de la tierna luz de la pavura.
Y al despertar,
huellas de cadalso
germinando por doquier,
derrotas caminantes
en bulliciosos paseos
por las astillas de mi tálamo.
Miel taciturna
obstruyendo el despegue
de este día
empeñado aún
en sonreírle
al mordaz toque del coraje.
León Plata
Con hambre de vida