AVISO DE ALBORADA

 Avisa una tersa voz del alba
desprovista de dulzura
que la famélica plegaria
por mejores tiempos
aún no ha sido tramitada.

Falta el sello de una lágrima
 ausente en un paseo de copas
en compañía de una gota de rocío
hacia un bar de cándido invierno.

Falta una caricia de la bruma,
-preludio de todo horizonte-
y su fulminante despedida.
Falta un abrazo de la brisa serena
de la madrugada
para acaudalar segmentos
de risitas timoratas
y divertir las tinieblas somnolientas
y su disertante aplomo

con el afán  de urdir sin reparos
incólumes carcajadas.

Falta un desafuero a tiempo

al tenor de un trueno

con su rayo desenfundado,
cuando se desvanecen

las lámparas de tungsteno

con sus fábulas de cigarras

nadando en sus cánticos trasnochados.

Falta una bola de caucho
rompiendo una vidriera petulante
en un jardín de desenfrenos.
Faltan espontáneas vistas a las estrellas
y un par de flechas envenenadas
que hagan brotar ternura
de las ventanas cerradas a las hojas secas.

Falta nutrir los pliegos petitorios
con ausencias de miedos;
falta la seducción debida
en la prédica de lo querido.
Esto avisa la alborada.

León Plata
Sábado, 20 de febrero de 2010.