viernes, 30 de septiembre de 2011

PACES CÁUSTICAS



Sales del oprobio
Para el feroz porvenir;
Se deslizan las miradas
Apagadas tras los festines
Vertidos en la humareda;
Cae la mañana
Aturdida en su albor,
Lacerada en las montañas
Que la paren.
Los ecos se calcinan
En oriente,
Minados en los cauces de la paz.
Bombarderos invisibles
Saludan el bestial cielocéano
Que calla su sonrisa desnutrida.
Escorbuto.
Sales prístinas lamiendo
Sus despojos;
Avanza el fulgor macilento
De las causas reprobabas,
El estertor de los tiempos
Cercena Infame,
Sonoras glorias ,
Cuando cae la historia acribillada.

Glorias
De puños malheridos,
De puñados de escombros
Fantaseados por la manigua.
La maleza rompe los hilos del día,
Los fangos se tornan virulentos,
El clamor se sustrae de sus gritos,
Arando señas de utopía,
Malestares acordados,
A la espera de viejas uñas
Para arañar el asfalto.

Sales  erguida,
Digna  para nuevas  veladas,
Harapientas, mustias,
Enclaustradas en  los hongos
De  malbaratadas letras;
Tercas sonatas para enorgullecer los desechos
Vitoreados por las huestes hervidas
En antaño.
Van los niños
Por  su convite de juegos derretidos
rogando al futuro
Que no vuelva más.

León Plata

3 comentarios:

Liliana G. dijo...

La epopeya de todos los tiempos, pasado, presente y futuro, se calcina entre los versos de un poema que desgarra el alma como han desgarrado a la humanidad las guerras impías. Pero el tiempo no se detiene... ¿se detendrá el hombre necio? ¡Jamás! Nos toca lidiar contra la ignominia con el poder de la pluma y las ideas. Contra ellos y contra el futuro que nos quieren endilgar.
Magistral, Leo, no importa cuánto tiempo pases sin publicar, cada vez que lo hacés tu grito llega.

Un beso enorme, mi querido Leo.

LEON PLATA dijo...

Siempre infundiendo aliento a este humo que hilvana palabras; siempre añaniendo vigor a este café...siempre soñando vivos lazos con este blog. Aparecés siempre que mi silencio te busca, enviando los soles de tu sur para iluminar estas líneas navegantes. Ya me lo habías dicho alguna vez: vos y yo siempre estamos unidos en diálogos imperceptibles, por palabras invisibles. De lo inasible hacemos un fetival de ecos que abrazan nuestros versos. Seguís sabiendo cuándo las voces tenues de esta bitácora quieren viajar con la cordillera, para hacer llegar un fuerte párrafo a los sonidos imaginarios de la Plata.

Abrazos y besos admirada Escritora.

Liliana G. dijo...

Sólo los huesos tienen fronteras, pero ellos no son necesarios para que el silencio se pueble de palabras, para que mi sur cabalgue distancias camino de tu horizonte, para transgredir las alturas de la cordillera que no pueden detener el eco de los vínculos ni de los versos. Te presiento allí, en la búsqueda de la idea, con el pensamiento alerta a los sonidos de las distancias y a las distancias atormentadas porque han fallado en su intento para desatar los lazos, justo en ese lugar donde mi Plata y tu Plata se convierten en oro.

Siempre estoy, en silencio, pero conectada. Un abrazo apretado, querido Poeta.

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